Estados Unidos afirmó ayer que Rusia puede invadir a Ucrania antes de que finalicen los Juegos Olímpicos el 20 de febrero, reviviendo el fantasma de una guerra en Europa, en una escalada que siguió a una intensa fase diplomática.
Según el funcionario, existe una “posibilidad muy clara” de que Rusia invada a Ucrania, pero desconoce si el líder ruso tomó la “decisión final”.
El jefe de la diplomacia estadunidense, Antony Blinken, reiteró a su homólogo ucraniano, Dmytro Kouleba, que Ucrania tiene el “respaldo duradero e inquebrantable de Estados Unidos”.
El consejero presidencial reafirmó que los occidentales están “listos para todos los escenarios” posibles, con una respuesta sin precedente en caso de guerra, pero también una mano tendida para seguir negociando con Moscú sobre la seguridad europea.
Otro alto funcionario estadunidense anunció que unos tres mil soldados estadunidenses serán desplegados en Polonia “en los próximos días”.
La teleconferencia reunió a Biden, al presidente francés, Emmanuel Macron, al canciller alemán, Olaf Scholz; el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; así como al premier británico, Boris Johnson, al presidente polaco, Andrzej Duda, el presidente del Consejo italiano, Mario Draghi, y al primer ministro canadiense, Justin Trudeau.