Según el convenio de Ramsar, Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional, los humedales son las superficies cubiertas de agua, sean estas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros. Lugares clave en las rutas migratorias de numerosas aves.
“Los tres estados con mayor biodiversidad en este país son Chiapas, Oaxaca y Guerrero, son parte de la unión a la que pertenecemos todos, aunque les duela, sin el pueblo lacandón no existirían los humedales de Nahá y Metzabok, sin el pueblo chuj no existirían los humedales de los Lagos de Montebello”.
“De acuerdo a la evaluación cuantitativa de la pérdida de humedales, en México se estima que aproximadamente estamos perdiendo un 50 por ciento de los humedales. La degradación y pérdida de estos tendrán un grave impacto en las especies que habitan y, por supuesto, en la economía de todas estas regiones”, destacó la diputada Melissa Estefanía Vargas Camacho, del PRI.
En el marco de los 51 años de la creación del convenio y del 35 aniversario del ingreso de México a dicho mecanismo, legisladores urgieron a tomar conciencia ambiental.
El cuidado de estos ecosistemas es crucial para hacer frente a la lucha más importante de nuestra generación, el combate al cambio climático.
La devastación del medio ambiente no hará distinciones entre fueros, ideologías, partidos o funcionarios”.
Tener sitios con esta catalogación obliga al país a emprender las acciones necesarias para la protección y conservación de las más de 8 millones de hectáreas con las que cuenta México.
