Así se ve desde el espacio la “Puerta del Inframundo”, la grieta más grande conocida por el hombre

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La grieta de Batagaika es estudiada por científicos de todo el mundo

Recientemente un estudio realizado por la Universidad Estatal Lomonosov de Moscú y el Instituto Alfred Wegener, reveló la creciente expansión de la “Puerta al Inframundo“, una grieta de aproximadamente un kilómetro situada al norte de Siberia que amenaza a la región por su acelerado hundimiento y el derretimiento del permafrost, una capa de hielo que contiene masivas cantidades de carbono

Esta grieta ha sido investigada durante más de una década por sus distintas peculiaridades naturales, ya que su hundimiento ha puesto al descubierto restos prehistóricos y vestigios que surgen como atractivos objetos de estudio para la comunidad científica. Sin embargo, no todo es color de rosa, dado que además de tener el riesgo de liberar gases de efecto invernadero, podría desatar virus a los cuales la humanidad probablemente no esté preparada para combatir. 

La “Puerta al Inframundo” es visible desde el espacio

Otro de los factores que más ha impactado sobre el Cráter de Batagaika, o mejor conocido por su atemorizante apodo la “Puerta del Inframundo“, es que es visible desde el espacio, lo que evidencia su vastedad y capacidad de futura expansión, al punto que ha podido ser capturado por cámaras de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA). 

Pese a que continúan las arduas investigaciones en torno al cráter, los científicos no han encontrado un método certero para reducir la velocidad de su hundimiento, o en todo caso, no se sabe con exactitud que otros males biológicos podría desatar cuando se derrita por completo el permafrost

El fenómeno está compuesto por un acantilado que se asemeja a la figura de una medusa y fue captado por primera vez con imágenes vía satélite en 1991, luego de que una ladera colapsara en las tierras de Yana, en la región de Yakutiak, lo que dejó al descubierto al permafrost. 

Una investigación realizada por la Facultad de Medicina de la Universidad de Aix-Marseille en Marsella, dio a conocer que se logró recolectar virus pertenecientes al permafrost de Siberia y averiguaron que la cepa de mayor antigüedad tenía casi 48 mil 500 años. Sin embargo, se trata de un espacio controlado, en el que los expertos limitan la proliferación de los virus, todo con el objetivo de medir su impacto e indagar en sus características. En contraste, el esparcimiento de un virus antiguo en un ecosistema sin ningún control puede representar graves consecuencia para la flora, fauna e incluso para el ser humano.