Una ola de ataques rusos con misiles y drones azotaron en la madrugada del viernes varias ciudades de Ucrania, dejando al menos 19 muertos, en momentos en que Kiev anunció que los preparativos para su contraofensiva “llegan a su fin”.
“Los preparativos llegan a su fin”, declaró el ministro ucraniano de Defensa, Oleksiy Reznikov, en referencia a la contraofensiva esperada hace meses para reconquistar territorios ocupados por Rusia en el este y en el sur de Ucrania.
“El equipamiento fue prometido, preparado y parcialmente entregado. En un sentido amplio, estamos listos”, agregó en una rueda de prensa en Kiev, en referencia al envío de material occidental, incluyendo tanques y blindados, además de municiones.
En la madrugada, varios ataques rusos de gran envergadura, que fueron los primeros desde principios de marzo, azotaron varias ciudades ucranianas.
“El terror ruso debe tener una respuesta adecuada de Ucrania y del mundo. Y así será”, afirmó el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, tras los ataques.
“Cada ataque de este tipo, cada acto malvado contra nuestro país y nuestro pueblo acerca al Estado terrorista al fracaso y al castigo”, dijo el mandatario ucraniano en Telegram.
En Uman, una ciudad de unos 80 mil habitantes en el centro del país, al menos 17 personas murieron luego que un misil cayera sobre un edificio de viviendas, según el ministerio del Interior.
“Quiero ver a mis hijos, vivos o muertos”, dijo a la AFP Dmitri, un hombre de 33 años cuyo edificio en Uman fue alcanzado por un misil ruso en la madrugada. “Están bajo los escombros”, añadió.
El hombre contó que es originario de Lugansk, una zona del este bajo control ruso. “He visto muchas cosas, pero aún no he perdido a mis hijos”, afirmó.
En esta ciudad, que está a unos 200 kilómetros al sur de Kiev, periodistas de la AFP vieron un edificio residencial destrozado y cascotes repartidos por el suelo.
En Dnipró, en el centro-este de Ucrania, otro ataque provocó dos muertos, según el alcalde, Boris Filatov, que informó que las víctimas son una mujer y un niño de tres años.
En total, el ejército ucraniano informó en Telegram que derribó “21 misiles cruceros X-101/X-555 de un total de 23 y dos drones”.
El ataque con misiles fue lanzado “cerca de las 04H00 de la mañana” (01H00 GMT) desde bombarderos estratégicos rusos de tipo Tu-95 situados en la zona del mar Caspio, dijo la misma fuente.
En Kiev, una línea eléctrica quedó cortada por la caída de escombros que también provocaron daños en una carretera, según las autoridades.
En la localidad de Ukrainka, cerca de Kiev, las esquirlas de un misil abatido cayeron sobre un edificio, hiriendo a una niña que tuvo que ser hospitalizada, según el gobernador local, Ruslan Kravchenko.
Rusia bombardeó continuamente las ciudades ucranianas y la infraestructura del país durante el invierno boreal, pero los ataques amainaron en los últimos meses.
La capital Kiev no había sido blanco de ataques con misiles en más de 50 días.
La posibilidad de una contraofensiva del ejército ucraniano, apuntalada por el material entregado por Occidente, implica que la guerra entra en una nueva fase, más de un año después del inicio de la invasión en febrero de 2022.
Desde hace meses, Ucrania afirma que quiere lanzar una ofensiva decisiva para revertir el curso de la invasión y liberar las zonas bajo control ruso, que alcanzan cerca del 20% de su territorio.
Por su parte, Rusia ha movilizado a cientos de miles de reservistas para mantener sus avances territoriales en el este y en el sur de Ucrania y sostiene como objetivo conquistar la totalidad del Donbás, una región oriental conocida por su actividad industrial.
Los combates entre las tropas rusas y los ucranianos están concentrados en el este del país donde se libra una batalla por el control de la localidad de Bajmut, que está casi totalmente destruida.
Pese al apoyo en la primera línea de los paramilitares del Grupo Wagner, las tropas de Moscú no han logrado conquistar esta posición, que varios observadores consideran que carece de un interés estratégico.
Para Rusia, el objetivo en Bajmut es exhibir una victoria, tras varias derrotas humillantes en el pasado otoño boreal. Por su parte, Ucrania justifica el desgaste en esta batalla para limitar las posibilidades de que el ejército ruso avance en la conquista del Donbás.
El vice primer ministro ruso, Marat Khusnullin, dijo el viernes que visitó Bajmut y prometió que Rusia reconstruirá la localidad.