Pese al bloqueo, científicos de Cuba y EU trabajan juntos contra el cáncer de pulmón

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Científicos de Cuba y Estados Unidos lograron lo que no han podido los políticos, crear y mantener en la isla una empresa mixta consagrada a la lucha contra el cáncer de pulmón, a partir de la vacuna terapéutica cubana Cimavax-EGF, resultado de más de una década de estudios.

Según trascendió en la Habana, ese único negocio entre dos países enfrentados por la política en una especie de guerra no declarada desde hace más de 60 años, está integrado por el Centro de Inmunología Molecular (CIM) de la capital cubana y el centro Roswell Park de la ciudad estadunidense de Buffalo.

Ambas partes se asociaron hace algunos años para facilitar el acceso a equipamiento y reactivos, a fin de propiciar el desarrollo del medicamento, relación que no ha estado exenta de dificultades a causa de la política de sanciones de Washington.

Nosotros hemos logrado ir sorteando todos los obstáculos políticos, legales, que hay porque en esta colaboración hay una vocación científica y una vocación de mejorar a los pacientes de ambos lados del Estrecho de la Florida”, afirma el doctor en Ciencias Ernesto Chico Véliz, director general de la empresa creada por las dos partes, Innovative Immunotherapy Alliance.

La oncóloga Elia Neninger, vinculada a los ensayos clínicos de la vacuna cubana desde sus inicios, dice que el medicamento tiene las dos grandes ventajas de “pocas reacciones adversas y solución a un grave problema de salud en la isla”.

“En la actualidad no tengo rastros ni de tumor ni de otros síntomas”, asegura en tanto Miguel Creus, uno de los pacientes cubanos que comenzó a recibir el medicamento hace 15 años, cuando su tumor se encontraba en fase cuatro y se iniciaban los ensayos clínicos en el país caribeño.

Según fuentes de los dos países, en estos momentos se realizan ensayos clínicos que combinan a la vacuna cubana, única de su tipo en el mundo, con otros tratamientos en Estados Unidos, y se estudia sus efectos en personas de alto riesgo o pacientes en estado inicial de la enfermedad.

“Nuestra colaboración se mantiene y estamos confiados de que va a seguir desarrollándose en el futuro porque los resultados se están obteniendo y los beneficios serán para todos”, asegura el doctor Chico Véliz.

Más de 100 mil cubanos beneficiados con esta vacuna. La doctora Tania Crombet, directora de Investigaciones Clínicas del CIM, afirma por su parte que son más de 100 mil los pacientes cubanos beneficiados con esta vacuna en los diferentes centros de la atención médica en la isla, desde la primaria hasta los hospitales.

Y eso es una oportunidad porque no es imprescindible que el paciente tenga que acudir a la atención secundaria, es decir, a un hospital para recibir la vacuna, porque hemos demostrado que es suficientemente segura y que su uso en la atención primaria garantiza una mejor adherencia al tratamiento”, puntualizó Crombet.

El sistema de salud pública de Cuba parte de los médicos de familia distribuidos por barrios y asociados a policlínicas por zonas de residencia, y de ahí siguen los hospitales e institutos especializados. Esa estructura más la creación de tres antígenos propios permitió a la isla vacunar en tiempo récord contra la covid-19 a más del 90 por ciento de su población.