Con horas de anticipación, el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés), advirtió el potencial destructivo del “Otis”, que a su paso por territorio mexicano dejó al menos 27 muertos, desaparecidos, así como afectaciones a infraestructura, viviendas, comunicaciones, en el servicio de energía eléctrica y cientos de personas varadasen el puerto de Acapulco, la zona turística mas popular en el estado de Guerrero.
A través de una serie de publicaciones en sus redes oficiales días y horas antes de la llegada de “Otis” a tierras mexicanas, el organismo estadounidenses calificó al ciclón como “extremadamente peligroso”, con marejadas “potencialmente catastróficas” e inundaciones “potencialmente mortales” en las zonas costeras; además, recomendó a las autoridades mexicanas “acelerar los preparativos para proteger vidas y propiedades”.
Desde la mañana del pasado domingo 22 de octubre, el Centro Nacional de Huracanes comenzó con el monitoreo de “Otis”, que se originó a partir de la Depresión Tropical 18 y que tan sólo en cuestión de horas se fortaleció a Tormenta Tropical. A las 20:40 horas del mismo día advirtió que tocaría tierra al sur de tierras mexicanas “en unos días”. Eran los primeros mensajes de una serie que buscaban alertar el rápido desarrolló del meteoro.
En otro “mensaje clave”, emitido el lunes 23, la agencia estadounidense informó que “Otis” comenzaría a manifestar sus efectos con fuertes lluvias en zonas del suroeste del país, sobre las que advirtió la posibilidad de “inundaciones repentinas y urbanas, además de deslizamientos de tierra en áreas de terreno más alto”.
Incluso desde la tarde del pasado martes, el Consulado de Estados Unidos en Acapulco informó que cerraría hasta este viernes 27 de octubre ante la inminente llegada de “Otis”, por lo que todos los servicios notariales y de pasaporte previamente programados fueron cancelados.