El incremento de temperatura ha encendido las alarmas de autoridades capitalinas y de salud. Y es que en temporada de calor es común que se presenten cuadros derivados de un golpe de calor.
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social, un golpe de calor se presenta cuando la temperatura del cuerpo sube a más de 40° C y el organismo no puede mantenerla en los 37° C.
Si bien la principal causa de un golpe de calor es la temperatura, hay otros factores que favorecen su aparición, como el medio ambiente, el ejercicio y las características personales.
Las personas sensibles, niñas y niños, adultos mayores de 65 años de edad y con sobrepeso o enfermedades del corazón son más susceptibles al sol.
Los síntomas de un golpe de calor pueden ser mareo, sudoración excesiva, enrojecimiento y sequedad de la piel, fiebre mayor a desde 39 °C, irritabilidad, hiperactividad, aceleración del ritmo cardíaco, dolor de cabeza, confusión, pérdida del conocimiento o vómitos.
En caso de sufrir un golpe de calor será necesario suministrar sueros y líquidos que promuevan la reposición de minerales en pequeños sorbos, excepto si la persona presenta vómitos.
También se debe resguardar a la víctima en un lugar fresco y en posición semisentada para favorecer la respiración.
El IMSS aconseja retirar la ropa, como chamarras o camisas, y proporcionar aire fresco con un abanico o ventilador. Asimismo, recomienda colocar paños con agua fría en la frente, la nuca y el cuello.
Es importante no administrar medicamentos, evitar el alcohol, cafeína y no frotar la piel con alcohol o alguna otra sustancia en caso de sufrir alguna quemadura solar.