Luego de los cuatro casos de rabia humana que se han confirmado desde diciembre pasado, en Nayarit, Oaxaca y Sonora, el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica emitió un aviso epidemiológico para todo el sector salud público y privado, con la finalidad de que “todo caso sospechoso, probable, confirmado de rabia humana deba ser registrado en los establecimientos para atención médica y deba ser notificado de forma inmediata al Sinave”.
En el documento fechado el pasado viernes 20 de enero, se informó que, en enero de este año, se confirmó la presencia del virus rábico en un canino en el estado de Sonora, “cuya caracterización antigénica identificada es la variante V.7 asociada al zorro gris”.
Y al respecto, es importante destacar que actualmente se está dando seguimiento “a nueve personas que tuvieron contacto de riesgo con el canino” en dicha entidad.
Además, durante diciembre de 2022, el Sistema Especial de Vigilancia Epidemiológica de Rabia Humana registró un caso confirmado de rabia humana transmitida por fauna urbana en Nayarit, “derivado de la agresión a una persona por un gato sin antecedente de vacunación”.
En el mismo mes, en el estado de Oaxaca se notificaron dos casos confirmados -uno por laboratorio y otro por asociación epidemiológica-.
Sumado a lo anterior, en la entidad oaxaqueña hay también un caso probable, seguido de la notificación de tres casos sospechosos por agresión de murciélago.
El Sinave también informó que, en cuanto a rabia humana transmitida por fauna selvática, en el mes de abril de 2022 se registró un caso confirmado transmitido por quiróptero en Jalisco.
Y los últimos dos casos de rabia humana transmitida por un perro en el país, se registraron en el Estado de México en el 2005, de acuerdo con la fecha de agresión.
No hay tratamiento contra la rabia humana
El Sinave, detalló que la rabia, se clasifica en urbana, cuando es transmitida por perros y gatos, y se considera selvática, cuando se transmite por quirópteros, coyotes, zorros, zorrillos, mapaches y otros mamíferos.
Aunque no existe tratamiento específico para la rabia, ante un riesgo grave de exposición, se recomienda iniciar esquema profiláctico con aplicación de vacuna antirrábica humana e inmunoglobulina antirrábica.
El primer síntoma comúnmente reportado a consecuencia de la rabia es el dolor neuropático en el sitio de inoculación.
La fase neurológica cursa con lapsos de lucidez y delirio, respiración rápida, parálisis de nervios craneales, músculo cardiaco y músculos respiratorios.
El diagnóstico de la rabia humana se hace a través de diversas pruebas como por ejemplo: biopsia de cuero cabelludo; muestra de saliva a través de un hisopo sublingual, la toma de una impronta de córnea o una muestra de tejido nervioso de la médula espinal o del encéfalo.