LONDRES.- La inmunización contra el sarampión ha disminuido significativamente desde la pandemia de coronavirus, por lo cual un récord de casi 40 millones de niños no se vacunaron contra la enfermedad el año pasado, informaron la Organización Mundial de Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
En un reporte emitido el miércoles, la OMS y los CDC afirmaron que millones de niños ahora son vulnerables al sarampión, una de las enfermedades más contagiosas del mundo. En 2021, los funcionarios dijeron hubo unos 9 millones de casos y unas 128 mil muertes por sarampión en todo el mundo.
La OMS y los CDC indicaron que la disminución de las vacunas, el escaso monitoreo de la enfermedad y los retrasos debido a Covid-19, sumados a brotes en más de 20 países, significan que “el sarampión es una amenaza inminente en cada región del mundo”.
Los científicos estiman que por lo menos un 95% de la población tiene que estar inmunizada a fin de evitar una epidemia; la OMS y los CDC reportaron que solo un 81% de los niños reciben su primera vacuna contra el sarampión mientras un 71% reciben la segunda, lo que significa el nivel más bajo de inmunización desde 2008.
“La cifra récord de niños no inmunizados y susceptibles al sarampión demuestra el daño profundo que han sufrido los sistemas de inmunización desde la pandemia del Covid-19”, expresó en un comunicado la directora de los CDC, doctora Rochelle Walensky.
El sarampión por lo general se contagia por partículas en el aire o el contacto físico, y ocasiona síntomas como fiebre, dolor muscular y erupciones cutáneas en la cara y el cuello. La mayoría de las muertes por sarampión se derivan de complicaciones como hinchazón del cerebro o deshidratación. La OMS dice que las complicaciones son más peligrosas en niños menores de 5 años o en adultos mayores de 30.
Más del 95% de las muertes por sarampión ocurren en países en desarrollo, mayormente en África y Asia. No hay un tratamiento específico contra el sarampión, pero las dos dosis tienen una eficacia de un 97% para prevenir enfermedad grave y muerte.
En julio, la ONU dijo que 25 millones de niños no tenían inmunizaciones rutinarias contra enfermedades como la difteria, en gran parte debido a que la pandemia trastocó los sistemas de salud o provocó una proliferación de desinformación sobre las vacunas.