La leyenda de la Casa Negra de la Colonia Roma

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Uno de los encantos de la Ciudad de México es el hecho de que puedes disfrutar de varias atmósferas en una sola ciudad de variada arquitectura, buena comida e increíbles atractivos turísticos. Para muchos, otro de sus atributos son sus leyendas antiguas y urbanas, como la que cuentan sobre la famosa Casa Negra de la Colonia Roma.

Entre las colonias más antiguas que existen en la CDMX, destaca la colonia Roma, un emblemático punto de interés donde convergen varios atractivos para pasar un buen momento a solas o en compañía.

Destaca por su cantidad notable de edificaciones antiguas, sobre todo de estilo porfiriano, y que llaman la atención de los peatones. Lo que ellos no saben, es que muchas de ellas esconden historias macabras.

La Roma, además de bares y restaurantes coquetos,acumula infinidad de mitos y leyendas. Y entre esos relatos  destaca uno sobre la llamada “Casa Negra” o “Casa Mondragón”, en la esquina de las avenidas Insurgentes Sur y Álvaro Obregón.

Aunque alrededor haya actividad comercial con los puestos ambulantes, actualmente esta vivienda se encuentra en total abandono, pues se puede observar su estado de deterioro con notables señales de vandalismo como la pinta de grafitis en sus paredes, vidrios rotos y puertas desprendidas.

La Casa Negra, habitada por historias terroríficas

Dentro de las tantas malas fortunas de la casa  a lo largo de su historia, estuvo aquella que data de los tiempos posrevolucionarios, en los años 30 cuando, Lázaro Cárdenas estaba en el poder. La situación que aquejaba a los ciudadanos en esos tiempos se debía en mayor parte a la epidemia provocada por la tifoidea.

Ya se sabía que la enfermedad era curable en ese tiempo. Sin embargo, por la falta de infraestructura en el sector salud era imposible cubrir a toda la población para tratar el padecimiento, por lo que muchas personas eran enviadas a sedes alternas creadas de forma improvisada. Uno de esos hospitales adaptados estuvo precisamente en la llamada Casa Negra.

Pero con el paso del tiempo la situación de la tifoidea empeoró hasta tal el punto en que algunas personas comenzaron a creer que no se trataba de una epidemia, sino de una posesión demoníaca colectiva.  Esta idea fue impulsada por grupos religiosos y adoptada por varias personas que, en su intento por acabar con el mal, decidieron quemar la casa con los pacientes y el equipo médico dentro.

El saldo de ese trágico hecho derivó en la muerte de muchas personas. Curiosamente la edificación salió intacta y no sufrió daños estructurales, por lo que fue parcialmente remodelada y, tiempo después, vendida a una familia de apellido Mondragón.

Pero la casa les preparó un destino cruel. La acaudalada familia formada por un matrimonio y tres hijos terminó muerta por razones aún desconocidas, solo un mes después de haberse mudado. 

Después del incidente, la propiedad pasó a manos del gobierno y nadie ha podido quedarse de manera definitiva en la Casa Negra.

De acuerdo con testimonios de los comerciantes de los puestos ambulantes,  indigentes han intentado vivir dentro de la casa. Sin embargo, el miedo ocasionado por escuchar gritos y suspiros constantes después de las 10 de la noche los han hecho desistir.

Además, hay un extremo frío en el ambiente, sobre todo por la noche. Quienes han intentado quedarse, aseguran que es inevitable sentir la presencia de entes sobrenaturales dispuestos a expulsar a aquellos que intenten pasar las puertas del lugar.

Sin lugar a dudas la Casa Negra de la Colonia Roma es un lugar tétrico, y un interesante pretexto para conocer sus alrededores, pero no te aconsejamos entrar a conocerla.