Los astrónomos determinaron que la tasa de expansión del cosmos es de 73 kilómetros por segundo por megapársec. Es decir, se agranda más rápido de lo que anteriormente se creía.
La NASA ha asegurado que los datos del telescopio espacial Hubble muestran que “algo extraño está sucediendo” en el universo, según un comunicado publicado el pasado jueves en su página web.
Según la agencia espacial estadounidense, la búsqueda de la tasa de expansión del universo comenzó en la década de 1920 de la mano de los astrónomos Edwin Hubble y Georges Lemaitre, lo que condujo en 1998 al descubrimiento de la “energía oscura”, una misteriosa fuerza de repulsión que acelera la expansión del cosmos.
“Una nueva física”
A lo largo de los últimos años, gracias a los datos del Hubble y de otros telescopios se identificó un desfase entre la tasa de expansión media en el universo local en comparación con las observaciones independientes justo después del Big Bang, que predicen un valor de expansión distinto.
Desde el organismo indican que, si bien la causa de esta discordancia sigue siendo un misterio, la información del Hubble respalda la idea de que “algo extraño está sucediendo, posiblemente relacionado con una nueva física”.
Adam Riess, miembro del Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial, de la Universidad Johns Hopkins y premio Nobel de Física, explicó que un equipo de investigadores que él encabeza ha analizado 42 de los marcadores de hitos de supernova registrados por el Hubble en las últimas cuatro décadas.
Arrojar nueva luz
Fue así como determinaron que la tasa de expansión del cosmos es de 73 kilómetros por segundo por megapársec (km/s por Mpc), es decir, se agranda más rápido de lo que anteriormente predijeron los expertos (67,5 km/s por Mpc).
En este sentido, Riess detalló que, debido al gran tamaño de la muestra del Hubble, solo hay una posibilidad entre un millón de que los astrónomos se equivoquen, un umbral común para tomar en serio un problema de física.
Por el momento, los expertos no encuentran una explicación de la desconexión entre la tasa de expansión del universo local frente al universo primigenio. Los astrónomos esperan que el nuevo telescopio espacial James Webb pueda arrojar luz sobre esta cuestión en el futuro.